La luz era tenue, las farolas parecían pequeñas luciernagas que se repetían cada escasos metros guiandote a casa. Serían las doce de la madrugada y los pájaros dormían. Las calles eran una sucesión de casas iguales, apiladas unas detras de otras sin seguir un orden muy marcado, marcos de las ventanas blancos, puertas de madera y tejados de piedra. Caminar solo nunca le había molestado, y menos en esas noches donde llevar una sonrisa en la cara no era difícil, quedaba poco pero lo estaba disfrutando, era su verano y sus diecisiete años, sus amigos estaban ahí con él. Todos los días eran perfectos a su manera, se reía, disfrutaba y aunque podía hacer una sucesión infinita de todas las cosas que hacían sus días inolvidables, todo se podía resumir en "ella".
Datos personales
- Clara Muñoz
- A veces hay que abrirse y enseñar el alma.
viernes, 26 de julio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Contact
Popular Posts
-
Hoy puede ser un día muy normal para mucha gente, pero hoy 18 de octubre de dos mil doce es el cumpleaños de María Oriol. Esta chica...
Clara. Con la tecnología de Blogger.
0 comentarios:
Publicar un comentario