Siempre fui su chica, no porque yo lo pensara, sino porque me lo decía. Y no pasa un sólo día en el que ella no sea la mía. Tengo la certeza de que ahora todo está más tranquilo, todo ha mejorado y desembocado en tranquilidad, y digo que tengo la certeza porque me niego a pensar lo contrario. Porque le sigo llamando para que salte el buzón y poder oír su frase. Como me gusta su voz.
Y cenar en su casa. Tendré que ir a buscar la ropa algún día pero me gusta saber que sigue allí, intocable, ¿verdad? Al paso del tiempo. Y es que tendrán razón los que dicen que hay cosas que si cambian pierden el sentido, deben morir donde están, en el sitio al que pertenecen para así no alterar su significado.
Tampoco se equivocaran al decir que hoy por hoy, todo lo que realmente tenemos, es todo aquello que hemos hecho con cariño. Deesde la bondad y la dedicación; a él, a ella, a ellos y a ti mismo. Eso es todo. Eso somos.
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- Clara Muñoz
- A veces hay que abrirse y enseñar el alma.
martes, 16 de diciembre de 2014
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