Afirmaría que es por la voz mental. Esa, que todos tenemos, la que nos dice que el despertador ya ha sonado, cuando cruzar la calle o que empieces a correr. Pero eso, realmente no tiene ningún misterio.
Creo en la voz que elige una canción u otra, que te lleva a decir "de chocolate" y no de vainilla pero aun así, si tuviéramos llegar a la clave del asunto, yo creo en aquella que te dice: Para. No, en serio. Para. Respira. (1,2,3). Mira al frente. Ya está.
Creo en la voz que elige una canción u otra, que te lleva a decir "de chocolate" y no de vainilla pero aun así, si tuviéramos llegar a la clave del asunto, yo creo en aquella que te dice: Para. No, en serio. Para. Respira. (1,2,3). Mira al frente. Ya está.
No todos la tienen. Yo no la tengo.
Eres tú.
¿Quién lo iba a decir?
Tú. Y tu don de envolver en paz.
Asi que sí, siempre vuelvo a ti. Siempre escribo sobre ti, y es porque no puedo dejarte. Al principio no comprendía cómo era posible que te hubieras ido, igual no lo has hecho, igual ahora, solo estas más presente.
O el auto convencimiento es la cura de cualquier mal.
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