Datos personales

A veces hay que abrirse y enseñar el alma.

miércoles, 24 de abril de 2013

No entiendo cómo puedes saber lo que me pasa en cada segundo sin ni siquiera preguntarlo. Todas esas veces que miras fijamente a los ojos, esas en las que es posible verse reflejada y haces que me de cuenta, de que son tus pupilas las que guardan las imágenes más bonitas vistas en este mundo, de las que son como golondrinas que no se vuelven a ver. También veo luces, muchas luces, esas aseguran ser todos esos amaneceres perezosos que hemos pasado juntos. En los bolsillos de tu chaqueta aún puedo tocar las gotas de lluvia que nos han empapado mientras corríamos como locos por un lugar donde no mojarnos. En tus manos puede olerse una rosa blanca recién cortada. En tu pelo, se reflejan las miles de estrellas que hemos contado, incluso esa que brillaba como la que más, la que siempre era mi favorita y noche tras noche, sin apagarse, buscabas para pedirle el mismo deseo. En tu sonrisa puedo encontrar suspiros, besos, risas, palabras, promesas. Pero de repente, vuelvo a fundirme en tus ojos. Y entonces, puedo verme a mi. Puedo verme tal como soy, sin que nada importe. Puedo verme rodeada de personas que me quieren y se preocupan por mi. ¿Sabes qué? No me importa. He decidido vivir por mi, también es cierto, que no conté con que tú serías una parte de mi.

4 comentarios:

La chica que no recuerda su nombre. dijo...

Ay, chica, puro orgasmo, más claro agua. Qué jodidamente feliz soy leyéndote.

Clara Muñoz dijo...

Siempre nos hemos complementado bien en esto jaja

la chica de la sonrisa rota dijo...

Un don para ésto que tienes. Genial, como siempre.

Clara Muñoz dijo...

Aww muchas gracias. Tú si que tienes el don.

Contact

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Popular Posts

Clara. Con la tecnología de Blogger.

Seguidores